El socialismo es un sistema de organización social y económica que defiende la abolición
de la propiedad privada o socialización de los medios
de producción para alcanzar una sociedad más justa, libre y solidaria. Aunque sus
antecedentes son muy anteriores, tan antiguos como la propia historia de la
Humanidad, la palabra socialismo fue acuñada a principios del siglo xix. El término socialismo significa cosas distintas para personas
diferentes. Para Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895), el
socialismo es un estadio intermedio de transición entre el capitalismo y el comunismo. El socialismo es concebido por estos autores como
un tipo de sociedad que sucederá al capitalismo
,
del mismo modo que éste sucedió al feudalismo. Según la interpretación marxista
de la historia, el capitalismo será derrotado y la sociedad socialista instaurada como consecuencia de la lucha de clases y las consiguientes revoluciones
proletarias que las contradicciones internas del propio sistema capitalista genera. En las aportaciones de los
socialistas utópicos y, sobre todo, en los escritos de Marx y Engels se hallan
los antecedentes más inmediatos del moderno socialismo.
La Revolución
Industrial surgida a finales del
siglo XVIII y comienzos del XIX Supuso un incremento notable de riqueza en los países más importantes de la
vieja Europa y en los Estados Unidos de América. Pero este mayor bienestar material benefició únicamente a la burguesía o
clase media, que hacía
relativamente poco tiempo que se había sacudido el yugo de la
aristocracia y del feudalismo.
La Revolución Francesa tuvo lugar en 1789, trece
años después de que se publicara La riqueza de las naciones, y en la emancipación
de la clase media cifraba
precisamente Adam Smith sus esperanzas acerca del progreso de la Humanidad.
Este optimismo smithia-no iba a desvanecerse, sin embargo, bien pronto ante la evidencia
de los hechos. El progreso material,
basado en la mecanización y
la división del trabajo que Smith propugnaba, beneficiaba
únicamente a unos pocos a costa de la pobreza y miseria de una clase obrera —el
naciente proletariado— cada vez más numerosa. La mecanización hacía que el número de trabajadores en paro fuera
cada vez mayor. El crecimiento económico no era suficiente para absorber el remanente de mano
de obra que la racionalización de los procesos productivos dejaba sin empleo.
Con los socialistas utópicos o premar-xistas aparecieron las primeras
críticas radicales al capitalismo.
Sus críticas fueron
dirigidas a los cimientos mismos del sistema, a las bases de aquella civilización
que consideraban causante del estado de
depauperación y miseria en que se hallaban sumidas grandes masas de población. Estas críticas por parte de los primeros socialistas —franceses
en su gran mayoría— tenían procedencias y orientaciones bien distintas. Había en todos ellos, sin embargo, una idea central común: hacer desaparecer las causas que determinaban que
unos hombres explotaran a otros hombres y acabar con la pobreza. Algunos, en nombre del
catolicismo, censuraron los abusos cometidos en el ejercicio del derecho de propiedad.
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y
culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y
políticas que les dan un carácter global.
La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia
liberal y que han abierto sus
puertas a la revolución
informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su
ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Tres áreas de la vida del hombre en sociedad han
evolucionado vertiginosamente desde hace 50 años: Las comunicaciones, los
transportes y el procesamiento de datos (estos tres han dado origen
-inevitablemente- a la Globalización, que sería definido como “el intercambio
cultural entre sociedades”). El mundo ha cambiado enormemente y no podemos
dejarnos arrastrar por la corriente de la Globalización ni tampoco ir en contra
de ésta.